• Ponerse miel en el rostro. Se dice que en vez de utilizar jabones o productos químicos se debe utilizar miel, despues de la aplicación deberá retirarse con agua tibia. En lugar de jabones o productos químicos, aplicar miel en todo el rostro y luego retirar con agua tibia.
  • Utilizar agua fría. El agua caliente puede causar flacidez y resecar la piel. El agua fría ayuda a tonificar, cerrar los poros y conservar los aceites naturales de la piel.
  • Usar una toalla suave. Cuando termines de enjuagarte, sécate con ligeras palmaditas y una toalla suave
  • Evitar el consumo de alcohol. Causa deshidratación y, por ende, resequedad en la piel y envejecimiento prematuro.
  • Beber zumos naturales. Los jugos de frutas y vegetales aportan a la piel vitaminas, minerales y antioxidantes que estimulan su regeneración y la protegen de los daños externos.
  • Hacer ejercicio. Contribuye a una correcta oxigenación de las células. Solo 30 minutos diarios de ejercicio pueden causar un impacto muy positivo en tu cutis.
  • Exfoliar la piel. 
  • Tonificar. Es fundamental en toda rutina de belleza para cuidar la piel. El tónico refresca, cierra los poros y elimina el exceso de grasa.