Compendio SciCheck

En respuesta a una demanda civil, los abogados de la Administración de Alimentos y Medicamentos describieron las advertencias de la agencia sobre el uso no aprobado de la ivermectina para tratar el COVID-19 como “recomendaciones”. Aunque esta definición no aporta información nueva, algunos medios conservadores han afirmado falsamente que se trata de una revelación “escandalosa” y un cambio en la posición de la FDA.

Historia completa

El número de casos de mal uso de ivermectina notificados a los centros de control de envenenamiento aumentó notablemente en el verano de 2021, ya que los propagadores de desinformación médica promovieron su uso como tratamiento para el COVID-19 a pesar de la falta de pruebas y yendo en contra de los consejos de las agencias de salud pública.

Como hemos explicado, la ivermectina está aprobada para uso humano como medicamento antiparasitario y también está ampliamente disponible en diferentes formulaciones para uso veterinario.

Sin embargo, en marzo de 2021 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dijo que había “recibido numerosos informes de pacientes que han requerido asistencia médica y han sido hospitalizados después de automedicarse con ivermectina para caballos”.

La FDA explicó que el uso de medicamentos que no han sido aprobados para tratar una enfermedad específica “puede causar daños graves”. La agencia describió algunas de las posibles consecuencias del uso no autorizado de la ivermectina, advirtiendo específicamente sobre las versiones del fármaco elaboradas para caballos, altamente concentradas.

Pero para el verano de 2021, la ivermectina había sido adoptada como parte de una reacción cada vez más politizada a la pandemia, y políticos y grupos conservadores promovían el medicamento.

Desde principios de julio hasta mediados de agosto de 2021, las prescripciones de ivermectina se multiplicaron por 24 con respecto a los niveles anteriores a la pandemia, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El Sistema Nacional de Datos sobre Envenenamiento registró un aumento de ocho veces en los casos de ivermectina notificados de agosto de 2020 a agosto de 2021.

El 21 de agosto de 2021, la FDA tuiteó un enlace a su página web sobre la ivermectina y el COVID-19, titulada “Por qué no debe usar ivermectina para tratar o prevenir el COVID-19”, que incluía este mensaje: “Usted no es un caballo. No es una vaca. En serio, gente. Basta ya”.

Ese tuit es ahora el foco de una demanda presentada por tres médicos que han defendido el uso de la ivermectina. Argumentan que las agencias federales interfirieron en su capacidad de ejercer la medicina al publicar advertencias contra el uso de la ivermectina para tratar el COVID-19.

Los médicos suelen recetar medicamentos para usos no indicados en sus etiquetas y, en este caso, los demandantes argumentaron que los mensajes de la FDA sobre el uso de la ivermectina para tratar el COVID-19 básicamente limitaron su capacidad para recetarla con ese fin.

Los médicos demandantes recibieron apoyo de America’s Frontline Doctors, un grupo que ha difundido información falsa sobre la pandemia. Una de ellas, una otorrinolaringóloga, fue suspendida de ejercer medicina en un hospital en Houston por negarse a aceptar nuevos pacientes que hubieran recibido la vacuna contra el COVID-19.

El 19 de noviembre, el Epoch Times, un medio de comunicación conservador, propiedad de un grupo religioso chino, publicó un artículo sobre una reciente audiencia judicial del caso con el titular: “La FDA indica que decirle a la gente que no tomara ivermectina para el COVID-19 era solo una recomendación”.

El sitio web conservador The Gateway Pundit tomó la información y la llevó más allá, publicando un titular que decía: “¡Increíble! La FDA se retracta durante el juicio y ahora afirma que ‘no tomar la ivermectina para el COVID-19’ era simplemente una recomendación”.

Usuarios de las redes sociales han compartido memes de los titulares con comentarios como: “¡Enciérrenlos!”. (La demanda de los médicos es civil, no penal. Así que, independientemente del resultado, nadie va a ser encarcelado).

Pero, contrariamente a la polémica en internet, la descripción de la FDA de sus publicaciones en la red como “recomendaciones” no revela nada nuevo.

Los titulares se basan en argumentos expuestos durante una audiencia para la moción de la FDA de desestimar el caso.

“Las declaraciones citadas simplemente comunicaban las recomendaciones de la FDA sobre el uso de la ivermectina para prevenir o tratar el COVID-19”, redactaron los abogados que representan a la FDA en su moción para desestimar el caso. “No exigían ni prohibían ninguna acción por parte de los demandantes ni de nadie más”.

Los abogados de la FDA señalaron también que, aunque los médicos que presentaron el caso alegan que las declaraciones interfirieron en su capacidad para ejercer la medicina, los médicos también dijeron que siguieron recetando ivermectina a los pacientes de COVID-19 a pesar de las publicaciones en internet de la FDA.

El hecho de que la FDA describiera sus publicaciones como recomendaciones ante la corte no constituye un cambio en la posición de la administración.

Ya hemos escrito antes sobre cómo algunos partidistas y los propagadores de desinformación tergiversan declaraciones de funcionarios de salud pública para que parezca que ha ocurrido algo nefasto.

El sitio web de la FDA sigue explicando por qué la gente no debe utilizar la ivermectina como tratamiento para el COVID-19, y los Institutos Nacionales de Salud desaconsejan su uso para tratar la enfermedad, excepto en ensayos clínicos.

Como hemos explicado, ensayos clínicos aleatorios han encontrado repetidamente que la ivermectina no beneficia a pacientes con COVID-19.

Traducido por Elena de la Cruz.

Nota del editor: El Proyecto de Vacunación/COVID-19 de SciCheck es posible gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación. El objetivo del proyecto es aumentar el acceso a información precisa sobre el COVID-19 y las vacunas, y reducir el impacto de información errónea.