En un momento sorpresivo de una entrevista con el programa “60 Minutes”, el presidente Joe Biden dijo que la pandemia del COVID-19 “se ha terminado”. Si bien reconoció correctamente que el coronavirus sigue siendo un problema, los epidemiólogos dicen que no existe una definición universal sobre qué constituye el final de una pandemia, y algunos dicen que aún no estamos ahí.
En Estados Unidos, durante la primera mitad de septiembre, cerca de 400 personas murieron de COVID-19 cada día, de acuerdo con estadísticas publicadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Biden realizó sus declaraciones en el Auto Show de Detroit, en respuesta a Scott Pelley de CBS, quien le preguntó si la pandemia se había terminado, luego de señalar que esta era la primera vez en tres años que se realizaba el show de automóviles.
“La pandemia se ha terminado”, dijo Biden en la entrevista transmitida el 18 de septiembre. “Todavía tenemos un problema con el COVID, todavía estamos trabajando mucho en eso, pero la pandemia ha terminado”.
“Si se dan cuenta, nadie está utilizando mascarillas, todos parecen estar bastante bien”, continuó Biden, mientras los dos caminaban por el centro de convenciones. “Entonces creo que esto está cambiando. Y creo que este es un ejemplo perfecto de ello”.
Los epidemiólogos están de acuerdo en que la pandemia ya no es tan grave como lo fue en algún momento, dado el acceso a vacunas que salvan vidas, tratamientos mejorados y una población que en gran medida ya ha tenido al menos una infección. Pero el número de muertes, si bien es menor que antes, es todavía relativamente alto, y no está claro qué pueda traer el futuro.
La declaración de Biden no estaba planeada, de acuerdo a información obtenida por el Washington Post y Politico. Hace tan solo un mes, cuando los CDC anunciaron recomendaciones para el COVID-19 más relajadas, la agencia dijo específicamente que la pandemia no había terminado.
El director de la Organización Mundial de la Salud también había dicho lo mismo tan solo unos días antes.
“Nunca hemos estado en una mejor posición para poner fin a la pandemia. No estamos ahí todavía, pero el final está a la vista”, dijo el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa el 14 de septiembre.
El día después de que se transmitiera la entrevista de Biden, el secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), Xavier Becerra, insistió que el presidente estaba en lo correcto al decir que la pandemia había terminado.
“El presidente tiene razón”, dijo Becerra a Yahoo Finance, y señaló que Biden “estaba reflejando lo que tantos estadounidenses están pensando y sintiendo”. Agregó que las vacunas, las pruebas de diagnóstico y los tratamientos han cambiado las reglas del juego, pero que el presidente había dejado claro que muchos estadounidenses siguen muriendo de COVID-19 y que el virus todavía existe.
En un nivel, la pandemia todavía está totalmente en curso: aunque no es lo mismo que “pandemia”, la OMS continúa considerando al COVID-19 como una emergencia de salud pública de importancia internacional, y EE. UU. también lo clasifica como una emergencia de salud pública.
La Casa Blanca no respondió a nuestra solicitud de comentarios. Pero funcionarios del gobierno han dicho que las declaraciones de Biden no marcan un cambio en la política nacional del COVID-19 y que la administración no tienes planes de rescindir la emergencia de salud pública. Está previsto que la declaración de emergencia expire el 13 de octubre, a menos que se renueve (como ha sucedido en nueve ocasiones desde enero de 2020), aunque el HHS ha dicho que dará un aviso 60 días antes de que finalice.
Si bien determinar el “fin” de una pandemia puede parecer como algo simple, los epidemiólogos dicen que no es tan sencillo.
“No existe una definición estándar”, nos dijo en un correo electrónico Bill Hanage, profesor asociado de epidemiología en la Facultad T. H. Chan de Salud Pública de Harvard. “Las pandemias anteriores se han ‘terminado’ cuando se dejan de contar fluctuaciones en casos suficientemente grandes como para ameritar llamarla como tal. Pero, por ejemplo, después de las tres olas que comúnmente se creen que formaron la pandemia de la influenza que comenzó en 1918-19, siguieron existiendo brotes sostenidos de la enfermedad”.
Una manera de definir el final, dijo Hanage, podría ser cuando ya no haya un exceso en la mortalidad. Pero eso puede ser complicado, dijo, porque la mortalidad cambia, como cuando mueren ahora personas que se esperaba que fallecieran el año pasado. La mortalidad también puede verse afectada por la calidad de la atención médica y podría ser más alta de lo esperado si la pandemia dañara el sistema de salud.
Jennifer Nuzzo, epidemióloga y directora del Centro de Pandemias de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown, ha dicho que para ella, la pandemia se acabará cuando el COVID-19 ya no tenga la capacidad de “alterar nuestras vidas”.
“No estoy seguro de que haya una definición significativa de ‘pandemia’ que proporcione un momento determinado de cuándo ‘se terminará’ la pandemia del COVID-19”, nos dijo en un correo electrónico David Dowdy, un epidemiólogo de la Facultad Bloomberg de Salud Pública de Johns Hopkins, agregando que no creía que hubiera un consenso en el asunto, ya que tampoco hay consenso en la definición.
De todos modos, dijo que pensaba que era prematuro decir que la pandemia había concluido.
“Creo que es importante reconocer que estamos en una nueva fase del COVID-19, donde las hospitalizaciones y las muertes han sido consistentemente bajas por cinco meses. Pero todavía hay cierta incertidumbre sobre lo que sucederá el próximo invierno, y la mortalidad por toda causa es todavía mayor a la que había antes de la pandemia. El número de personas muriendo de COVID-19 en EE. UU. es similar al número de personas que mueren de influenza en medio de la temporada de influenza, pero esto está ocurriendo a mediados de septiembre”, dijo. “Entonces si bien creo que es importante decirle a la gente que realmente hemos estado en una fase distinta del COVID-19 desde abril, no estoy seguro de que algo haya sucedido en el último par de meses que nos lleve a pensar que ahora la pandemia se acabó. Si fuera por mí, me gustaría esperar hasta que pasemos el invierno antes de decir eso”.
Varios expertos dijeron a la prensa que no consideraban que la pandemia hubiera terminado y algunos incluso dijeron que Biden estaba equivocado. Pero otros dijeron que pensaban que las condiciones habían cambiado lo suficiente como para estar de acuerdo con el presidente.
“Tenemos una nueva enfermedad, un nuevo riesgo para la salud. Eso es el COVID. Es impredecible. Está matando a personas. Y sí, necesitamos hacer mucho más para controlarlo y mucho más para cuidar a las personas”, dijo a NPR el Dr. Thomas Frieden, un exdirector de los CDC. “Pero la pandemia como fenómeno que gobernó nuestras vidas por dos años, eso ya quedó en el pasado”.
Vale la pena mencionar que legalmente tampoco hay una respuesta real sobre cuándo termina una pandemia.
“No existe un proceso formal bajo el derecho internacional o una gobernanza para declarar el fin de una pandemia”, explicó en Twitter Alexandra Phelan, experta en salud pública y derecho internacional de la Universidad de Georgetown. “Para la influenza, la fase pospandemia está definida por el regreso a niveles estacionarios”, continuó, citando el documento guía de la OMS sobre la pandemia de la influenza, “pero no sabemos (1) si eso va a ocurrir con el COVID19 (aunque es probable) y (2) cuáles serán esos niveles”.
Pero al aplicar esos criterios al COVID-19, a Phelan le pareció claro que el mundo estaba en la fase “posterior a la cima” no “posterior a la pandemia”. “Con la transmisión continua del COVID19 y la aparición de nuevas variantes, claramente no estamos en la fase de ‘se acabó la pandemia’”, escribió.
La OMS no declara oficialmente el final de una pandemia, dijo Phelan a STAT, pero la organización decidirá en algún momento poner fin a la emergencia de salud pública de importancia internacional, o ESPII, para el COVID-19. Esa decisión cambiará las reglas para informar brotes y varios programas relacionados con la pandemia, y tendrá ramificaciones financieras, ya que los fabricantes de medicamentos ya no permitirán que sus tratamientos se fabriquen como genéricos, principalmente para países de bajos y medianos ingresos. La epidemióloga de Harvard, Caroline Buckee, le dijo a Science que la decisión de poner fin a la ESPII no se basará solo en un umbral científico, sino más bien en un “consenso basado en opiniones” que también incorpore factores sociales y políticos.
Como hemos escrito antes, los científicos saben desde hace mucho tiempo que el coronavirus, o SARS-CoV-2, no desaparecerá por completo y seguirá siendo una preocupación constante por mucho tiempo. Y eso es cierto, independientemente de si las personas opten por llamarlo una pandemia.
“Podemos debatir cuándo termina la fase pandemica, pero sabemos que el COVID-19 no se ha acabado”, dijo Dowdy.
El coronavirus, dijo Hanage, “nunca se ha ido y la gente inevitablemente seguirá muriendo, aunque en cantidades cada vez menores”. En vez de detenerse en la semántica, dijo, “la pregunta debiera ser ¿qué tipo de números nos parecen aceptables y cómo podemos trabajar para reducirlos aún más?”.
Traducido por Catalina Jaramillo.
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