Si nos hacemos conscientes de cuanto conocimiento hemos adquirido desde que nacimos hasta esta etapa de nuestra vida, el resultado final es paz, tranquilidad y entonces hay espacio para el disfrute, como si fuera una formula donde el final dice = felicidad.
Diana Lira Valencia
Colaborador
¿Alguna vez se ha preguntado qué busca toda persona en la vida? ¿Pensó en la felicidad…?
Palabra tan familiar en concepto pero tan relativa en la práctica. Mire, hay estudios(1) que demuestran que entre los países más felices del mundo se encuentran: 1. Noruega, 2. Dinamarca, 3. Islandia, 4. Suiza, 5. Finlandia, 6. Países Bajos, 7. Canadá, 8. Nueva Zelanda, 9 Australia, 10. Suecia.
De 155 países evaluados en factores como libertad en las elecciones, generosidad, sector salud, ingresos, condiciones laborales y ausencia de corrupción, México ocupó sorpresivamente la posición 25, superado por Costa Rica (12), Chile (20), Brasil (22)
y Argentina (24)”(2).
Países todos, tercermundistas, esto demuestra la relatividad del concepto en la práctica…
Así entonces se han hecho esfuerzos por medir la felicidad y también se ha filosofado al respecto, de ahí la frase que dice que “la ignorancia es la felicidad” ¿será?, por qué no pensar en el contrario, si “saber te hace libre e independiente”, ¿no sería esto lo más cercano a la felicidad?
Usted decide, a usted le corresponde pensar en ambos extremos y posicionarse.
Mi opinión es que el conocimiento es lo más cercano a la felicidad, la vida misma es un remolino de conocimiento y crecimiento constante, y no hay forma de evadir nuestra responsabilidad de todas y cada una de las cosas que sabemos, aprendemos y que
nos comprometen más con nosotros mismos. Si nos hacemos conscientes de cuanto conocimiento hemos adquirido desde que nacimos hasta esta etapa de nuestra vida, el
resultado final es paz, tranquilidad y entonces hay espacio para el disfrute, como si fuera una formula donde el final dice = felicidad, la felicidad que nos da la seguridad de que podemos cambiar y avanzar, sin importar los obstáculos pasados ni futuros, porque
“bingo” nos acabamos de dar cuenta que somos capaces.
¿Saben por qué un elefante de circo (que pesa toneladas) no se escapa de su cautiverio, cuando lo único que lo detiene es una frágil cadena?… bien está es su historia: La primera vez que lo encadenaron, solo pesaba unos cuantos kilos, era un elefantito, vulnerable y sin el soporte de su manada, la fuerza que tenía entonces, no era suficiente para romper la cadena, talvez y a pesar de todo, tuvo algunos o muchos intentos de romperla sin lograrlo, hasta que se convenció de que nunca podría hacerlo, lo que él no sabe, es que ahora tiene nuevas y mayores habilidades, además de un corazón enorme, suficiente para tener coraje, lo único que le hace falta es intentarlo de nuevo, y lograr lo que tanto ha anhelado, su libertad.
No pierda así la posibilidad de ser lo que soñó ser, solo hay que levantarse, apreciarse con todo lo que ahora es, ha vivido, ha logrado, ha crecido, intenté y disfrute sus frutos, que sea muy feliz.
Diana Lira Valencia
Colaborador
Fuentes:
(1) El Informe Mundial de la Felicidad 2017, realizado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU. http://www.milenio.com/estilo/los-10-paises-mas-felices-del-mundo. (2) https://www.forbes.com.mx/mexico-puesto-25-paises-mas-felices-mundo/