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En respuesta a un aumento de las hospitalizaciones por COVID-19, el gobernador de Colorado, Jared Polis, firmó una orden ejecutiva el 31 de octubre que permite a los hospitales que están en o cerca de su máxima capacidad, transferir o dejar de admitir pacientes. Mensajes en las redes sociales afirmaron sin fundamento que el decreto señala que los hospitales pueden “negarse a tratar a los no vacunados”. Pero la orden no menciona el estado de vacunación.
Historia completa
Desde el surgimiento de la variante delta, Colorado ha experimentado un repunte de casos de COVID-19 que causa estragos en los hospitales. Las hospitalizaciones aumentaron a más de 1.500 pacientes de COVID-19 y el 95% de las camas para cuidados intensivos a lo largo del estado estaban ocupadas el 18 de noviembre.
Para aliviar la carga de los hospitales del estado, el 31 de octubre, el gobernador Jared Polis firmó un decreto que autoriza a los hospitales a transferir o negar la admisión de cualquier paciente cuando las instalaciones médicas hayan “alcanzado su capacidad máxima o se prevé de manera razonable que alcanzarán su capacidad” debido al incremento de casos de COVID-19.
Pero mensajes en las redes sociales afirman sin fundamento que la orden del gobernador permite a los hospitales negar la admisión o tratamiento de pacientes no vacunados. El pantallazo de un tuit publicado en Instagram señala, “Gobernador de Colorado firma orden ejecutiva para RECHAZAR A PACIENTES NO VACUNADOS EN HOSPITALES y darle tratamiento prioritario a los pacientes vacunados…”.
Un comentario similar publicado en Twitter señala, “Colorado ahora dice que está bien que los hospitales se nieguen a tratar a los no vacunados”.
Pero eso no es lo que dice el decreto.
“La orden ejecutiva ni siquiera menciona o tiene algo que ver con el estado de vacunación”, Conor Cahill, jefe de prensa del gobernador de Colorado, escribió en un correo electrónico enviado a FactCheck.org. Cahill subrayó que una ley federal, la Ley Laboral para Tratamiento Médico de Emergencia (EMTALA, por sus siglas en inglés) prohíbe a los hospitales negarse a brindar atención de emergencia a cualquier persona, sin importar si tiene seguro médico o su capacidad de pago.
La palabra “vacuna” aparece una vez en el decreto, cuando dice que el repunte reciente de casos de COVID-19 “se debe principalmente a la muy contagiosa variante Delta y al 20% de los residentes de Colorado que aún no se han puesto la muy efectiva y segura vacuna”.
La orden, que dura 30 días a menos que se renueve con otro decreto, busca aliviar a los hospitales y ayudar a “garantizar que los residentes de Colorado tengan una atención adecuada”.
La orden “autoriza al Departamento de Salud Pública y Medioambiente de Colorado (CDPHE, por sus siglas en inglés) a determinar si un hospital o una unidad de emergencia está al borde de su capacidad máxima, o si se prevé de manera razonable que lo esté. CDPHE está autorizado a ordenar a esas instalaciones que transfieran pacientes para evitar superar la capacidad de las instalaciones y de su personal”, dijo Cahill.
“La orden ejecutiva estipula”, continuó Cahill, que “‘un hospital debe cumplir con las secciones obligatorias de EMTALA, incluyendo los requisitos de brindar tratamiento estabilizador dentro de las posibilidades del hospital y de su capacidad antes de iniciar una transferencia a otro hospital, y de brindar una examinación médica a cualquier persona que acuda a la unidad de emergencia y pida un examen o tratamiento”.
Matthew Wynia, director del Centro para Bioética y Humanidades en la Universidad de Colorado, nos dijo en un correo electrónico que los mensajes en las redes sociales eran “categóricamente falsos”.
“No estamos usando el estado de vacunación para tomar decisiones en el triaje. Estamos tratando a todos por igual, de acuerdo con sus necesidades médicas”, dijo Wynia.
“En resumen: los profesionales de la salud no castigamos a las personas por tomar malas decisiones médicas, aun cuando esas decisiones los perjudican a ellos y a terceros”, dijo.
“Colorado está en la peor situación que ha visto en la pandemia, con muy pocas camas de la UCI disponibles y muchos hospitales ya operando en estándares críticos”, dijo Wynia. En el hospital donde él trabaja, UCHealth Internal Medicine – Anschutz Medical Campus, normalmente habría un terapista respiratorio atendiendo a no más de cinco personas en respiradores artificiales. En la situación actual, hay a veces un solo terapista respiratorio para 15 personas en respiradores artificiales, dijo.
“Estamos a tope, y sigue poniéndose peor”, dijo Wynia. “Prevemos que durante las próximas semanas […] cerca del 10% de las personas que están actualmente en hospitales tendrán que volver a sus casas, aun cuando todavía no estén realmente listos para ir a sus casas, solo para abrir algunas camas para personas realmente enfermas que pueden morir si no reciben atención en el hospital”.
Durante una reunión el 10 de noviembre del Comité de Expertos de la Gobernación para responder a la Emergencia de la Epidemia, la epidemióloga estatal Rachel Herlihy dijo que los casos de COVID-19 en Colorado habían aumentado rápidamente en los días recientes y presentó un gráfico que mostraba cómo la disponibilidad de camas hospitalarias había alcanzado un “mínimo histórico”.
Herlihy también presentó una proyección según la cual las hospitalizaciones por COVID-19 alcanzarán un máximo histórico el 1 de enero y “puede que superen la capacidad hospitalaria actual” si la tendencia actual continúa. Pero agregó que un incremento en la aplicación de la dosis de refuerzo de las vacunas podría disminuir la cantidad de casos.
“Creo que California y Nueva York ya han abierto la dosis de refuerzo a toda la población, tal como hicimos recientemente”, dijo Wynia, de la Universidad de Colorado.
“Idaho, Alaska y algunos otros estados también han autorizado el uso de estándares de atención en crisis, los cuales permiten a los hospitales transferirse pacientes entre sí y a otras instalaciones con la meta de repartirse la carga, y muchos hospitales en esos estados también están usando una cantidad de personal y de enfermeras por paciente que sabemos no son completamente seguras, pero es lo mejor que podemos hacer dadas las circunstancias”, dijo Wynia.
Actualmente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan una dosis de refuerzo para ciertas personas que recibieron las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Johnson & Johnson contra el COVID-19. Se espera que los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. aprueben pronto una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer/BioNTech para todos los adultos.
Actualización: El 19 de noviembre, los CDC aprobaron y la FDA autorizó la tercera dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna contra el COVID-19 para todos los adultos, por lo cual la dosis de refuerzo está disponible para todos los mayores de 18 años.
Traducido por Luis Alonso Lugo.
Nota del editor: El Proyecto de Vacunación/COVID-19 de SciCheck es posible gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación. El objetivo del proyecto es aumentar el acceso a información precisa sobre el COVID-19 y las vacunas, y reducir el impacto de información errónea.